UNIVERSIDAD CAMPESINA DEL SUR

La Universidad Campesina del Sur (Unicam-Sur), tiene ya un campus, un terreno e instalaciones en Atlacholoaya, municipio de Xochitepec. Está dedicado a la agroecología, entendida según las palabras de Plutarco Emilio García, director general de la universidad, como “una nueva agricultura con raíces en la vieja agricultura de nuestros abuelos, que no ha podido ser destruida”.
El terreno y las instalaciones se consiguieron después de casi seis años de impartir diplomados de manera itinerante en Morelos y en Guerrero. La inauguración hubiera sido hace más de un año, pero se cometió el error de que el dinero autorizado por la Secretaría de Hacienda federal para ese campus, se le envió al gobierno del estado y éste lo desvió a otros fines. Hubo que volver a solicitar fondos y pedir que se le enviaran a la Universidad Autónoma de Durango, que sí cumplió con transferirlos a la Unicam-Sur.
Esta universidad es iniciativa de la Unión de Pueblos de Morelos. Surge como alternativa a las limitantes del sistema educativo del país. Por ejemplo, a su carácter excluyente que hace casi imposible para un campesino ingresar a una de sus universidades (en las que sólo caben 2 de cada diez jóvenes en edad universitaria). Otra limitante del sistema educativo formal son los saberes “útiles” que ahí se enseñan y otra más, que se imparten mediante procesos de enseñanza aprendizaje verticalistas, autoritarios y rígidos.
¿Cómo surge y qué se propone la Unicam-Sur, y cómo se piensa que pueda lograr sus propósitos? En el surgimiento de la universidad destaca el hecho de que hubo personas como Plutarco Emilio que se decidieron a ejercer su derecho a tomar iniciativas de manera autónoma y autogestora para impulsar alternativas responsables al futuro. Como están las cosas en el presente, si nadie hace nada, si los ciudadanos conscientes se quedan cruzados de brazos, el futuro no será mejor sino peor.
La Unicam-Sur surge, pues, de la inconformidad de personas decididas a actuar con responsabilidad para transformar la realidad educativa de manera coherente y práctica. En eso trabajan el cuerpo de directores académicos, el comité comunitario promotor y el consejo técnico consultivo que coordina la doctora Ursula Oswald.
El sentido de esa transformación educativa es impulsar la producción campesina en armonía con la naturaleza y con valores humanistas, antes que meramente económicos. Como dijo Plutarco en la inauguración del campus, “Proponemos la educación rural alternativa como un nuevo modelo de enseñanza-aprendizaje, con una perspectiva teórico-práctica en donde exista una interacción de los agentes facilitadores con los educandos; es decir, una relación dialógica y horizontal, con una metodología que fortalezca el pensamiento lógico, reflexivo y crítico, orientado a formar nuevos sujetos sociales.
“Aspiramos a construir conocimiento desde lo micro, a rescatar el saber popular, la memoria colectiva, la cultura local, y las prácticas y saberes de la agricultura campesina e indígena. Siendo el conocimiento una creación colectiva que se comparte, no debe ser una mercancía”.
El rechazo a la mercantilización es un principio que más que económico, es ético y cívico. Se traduce en una producción campesina cuidadosa de la tierra, el agua y el ambiente y alejada de la lógica de la competencia en el mercado. En vez de que los altos rendimientos ocupen el centro de su pensamiento, en su lugar se han puesto el cuidado ambiental y el cooperativismo. En vez de la lógica de la competencia mercantil, la solidaridad social en la que todos ganen.
Sus propuestas son prácticas: una agricultura que enfríe al planeta, el uso de abonos orgánicos, de la energía solar, la conservación y mejoramiento de semillas nativas y la equidad de género. Actuar así, dijo Plutarco, expresa una nueva ética social, base para fomentar un comercio justo y hacer frente a la antidemocracia, la corrupción, la simulación y la violencia. Los interlocutores de la Unicam-Sur no serán los malos funcionarios, sino agrupaciones sociales que comparten perspectivas en lo que ya constituye una amplia red de organizaciones en el país.

La Jornada de Morelos, Sección Opinión, 04 junio 2010.

Por: Guillermo Knochenhauer